viernes, 16 de noviembre de 2007

2.- Desaparecida

No desapareció cuando se fue. Ni desapareció porque se fuese. Desapareció cuando yo deje de contestarle a las llamadas, cuando la borré de la lista de mi mail, cuando no quise escuchar el compás de sus tacones. Primero la borré parcialmente, sólo para hacerla desaparecer. Después totalmente para acallar a mi conciencia, para olvidar que la saqué del mundo.

Fue ardua tarea... la condenada no quería desaparecer. Insistía por todas la vías posibles. Se agarraba a la vida de una manera desconocida para mí, con la fuerza de un cataléptico que acaba de abrir los párpados e intenta abrir el ataúd, dejándose los dedos en el intento, consumiendo el poco oxígeno que se conservaba en el cubículo. Hasta la muerte. Por eso quería que desapareciese por su fuerza, por su encanto, por su todo... Pero sobre todo por su fuerza. Por la fuerza de sus miradas, de sus sonrisas, por la vehemencia de sus palabras. Por su 'no' sutil.

Y aunque consciente de que la conciencia no me dejaría vivir lo hice y después la borré de mi mente para seguir llevando esa vida tediosa que ella no llevaría. Pero hoy, me llegó ese extraño sms y me presenté esa maldita plaza del Despertar, no había nadie, sólo un ángel que presidía esa plaza. Era normal... llegué cinco minutos antes de la hora indicada. Decidí esconderme detrás de un árbol a esperar a mi demandante y entonces apareció ella... En ese cartel, con esa mirada altanera y casi impúdica, con esos labios que provocaban deseo y que dijeron no. Sin moverse, como no me movía yo, pávido e impertérrito a la vez. Lleno de furia por su mirada que me reclamaba por la situación en la que se encontraba y a la vez se reía de mí.

Alguien la buscaba... Y pensar que alguien la hiciese revivir de nuevo otra vez me llenaba aún más de ira. Arranqué aquel absurdo cartel, lo arrugué entre mis manos, lo destrocé con saña pero aún así ella seguiría existiendo en la mente de alguien que supo valorarla y agarrarse a la vida que ella rezumaba. Alguien que supo hacer algo más que envidiarla y odiarla por no haber sido suyo un sólo instante.

2 comentarios:

Khr0m.Zer0 dijo...

Me gusta, es muxo mas complejo que el textillo simplon con el que yo empece y eso tiene una ventaja y un inconveniente.
La ventaja es k se nota un estilo muy caracteristico de ti en el k lo sutil y lo ambigüo se dan la mano para formar grandes metaforas sobre la realidad misma.
La desventaja es k a menos k pongas una explicacion es bastante dificil de entender en su totalidad. Si puedes, agradeceria k explicaras un pokillo el verdadero significado del relato (en un comentario mismo) x si hay gente k no se entera como deberia ;)

Me reitero, me gusta tu parte.

La siguiente a escena es Eris.

Violeta dijo...

Bueno... ahí va la explicación pertinente: A esa chica la hizo desaparecer el protagonista mediante el desprecio de no hacer aprecio... la hizo desaparecer tan bien que no se acordaba ni de q existía hasta q llegó a esa plaza, con esa extraña cita x sms. Y descubrió q no había desaparecido del todo, q existía aun en la mente de alguien (posiblemente otro chico) y bueno sus miedos saltan a escena puesto q la chica puede reaparecer fisicamente...
¿sobrenatural? ¿realidad ambigua? todo se decidirá sobre la marcha...
Besoooos!!!